Rudyard Kipling

SI
Si puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor
todos la pierden y te cubren de reproches,
Si puedes tener fé en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser indulgente para su duda,
Si puedes esperar y no sentirte cansado con la espera,
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio, sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo...

Si puedes sin que los sueños, imperiosamente, te dominen,
Si puedes pensar, sin que los pensamiento sean tu objetivo único,
Si puedes encararte con el Triunfo y el Desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores,
Si puedes aguantar, que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazos de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida,
se han desecho, y agacharte y construirlas de nuevo
aunque sea con gastados instrumentos...

Si eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tu triunfos y ganancias
Y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida,
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aún despues de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando, PERSISTID ES LA ORDEN.

Si puedes hablar con mutitudes y conservar tu virtud
o alternar con reyes y no perder tus comúnes rasgos,
Si nadie, ni enemigo, ni amantes amigos, pueden causarte daño,
Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado,
Si ere capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final,
Tuya sera la Tierra y cuanto ella contenga
y -lo que aún vale más- seras Hombre, hijo mio.