Casa Malagrida


Passeig de Gràcia, 27. Barcelona


És una casa plena de simbolismes, que el seu propietari va voler reflectir en la seva façana, com agraïment a les seves dues pàtries, per tot el que li van donar a la vida. Una perquè el va veure néixer i l'altra perquè li va donar la possibilitat d'enriquir-se. Així és, Manuel Malagrida i Fontanet (Olot, 20 d'abril del 1864 - Barcelona, 15 de maig del 1946), aviat desenvolupà el seu esperit aventurer. Ja à molt primerenca edat passà per Barcelona i Paris, per més tard, viatjar a l'Argentina, on va veure complerts els seus somnis de enriquir-se, arribant a ser un notable empresari del tabac. Un cop al seu país de naixement, encàrregà a l'arquitecte Joaquim Codina i Matalí la que seria la seva nova casa en ple eixample. Casa (1905-1908), que malgrat la seva aparença de palauet, va ser projectada per ser plurifamiliar, destaca pel seu coronament amb cupula sobre mansarda i el seu penell, que en principi va ser de color daurat. La seva balustrada i les seves dues tribunes a cada costat, donen personalitat a la seva façana en la que podem observar els detalls que el seu propietari va voler ennaltí. Aquestes mostres van ser encarregades a l'escultor Pere Ricart, que va esculpir l'àliga pirenaica i el Condor andí, que presideixen el pas d'entrada. També veiem el bust de Colon i el general Mitre i dues representacions antropomòrfiques d'Espanya i l'Argentina, amb corona i gorro frigi respectivament.
Es diu que quan el 1927 es va haver de repintar la cúpula, ho va fer un aprenent de pintor que amb els anys seria el reconegut Antoni Clavé.

El seu penell va ser de color daurat.

L'àliga i el condor andí

Sobre tribuna veiem un simbolisme argentí.

Ens apropar-em al carrer Girona, 73 i 74. Forns Sarret i Concepció

Seu del Districte Sans-Montjuïc


Carrer Creu Coberta, 106. Barcelona

La SEU DEL DISTRICTE DE SANTS-MONTJUÏC, es l'antiga Tinença d'Alcaldia d'Hostafrancs. Va ser construïda per Jaume Gustà i Bondia (1895) i Ubald Iranzo i Eiras (1908-1915). L'edifici, parcialment modernista, amb elements eclèctics, destaca sobretot per les seves vidrieres, de Francesc Labarta.

Jaume Gustà i Bondia va ser un arquitecte llicenciat en 1879 i mestre d'obres des de 1872. Va ser l'arquitecte municipal de Barcelona a partir de 1916, després de la mort de Pere Falqués.
El 1887 va publicar una memòria descriptiva del Monestir de Sant Benet de Bages. També va col.laborar en l'Exposició Universal de Barcelona (1888), on va construir diversos pavellons efímers, el més important dels quals va ser el Palau de la Indústria.
Tambè ès autor de la seva casa particular situada al carrer d'Alegre de Dalt, de Barcelona (1910), per la qual va rebre una menció en el Concurs anual d'edificis artístics. És l'autor de la casa Monteys (Rambla de Catalunya - Carrer de València) i del cementiri de Sants. El seu modernisme part del gòtic per suavitzar.


Vidrieres de Francesc Labarta






Ens adressar-em fins el passeig de Gràcia, 27. Casa Malagrida

Gaudí. Muerte de pobre, entierro de rey


Antoni Gaudí

CRÓNICA DE UN FUNERAL
Gaudí: Muerte de pobre, entierro de rey

El 10 de junio de 1926 murió uno de los más grandes arquitectos de la historia: Antoni Gaudí, símbolo del modernismo. Esta es la crónica de su entierro
El arquitecto de la Sagrada Familia, que no sólo en ésta, sino en muchas otras obras, tan gallardas, muestras ha dejado de su talento colosal y de su personalidad manera de abordar los problemas fundamentales del arte que profesaba, ha realizado en nuestro siglo un ideal, que parecía ya desvaneciendo en el ambiente de mercantilismo y de prosa que nos rodea. Poeta y místico, a la manera de Verdaguer, con quien podrían hallársele bastantes puntos de semejanza, su vida toda ha constituido un poema maravilloso de exaltación artística, de religiosa devoción y de anulación de afanes subalternos que evoca el recuerdo de aquellas legendarias figuras de monjes de la Edad Media, santos y sabios a la vez, que en la soledad de su silente reclusión concebían grandes catedrales, labraban imponentes esculturas, componían inspirados himnos o modestamente iniciaban inmortales páginas, consumiendo en el fuego de sagrados amores todas las horas de su vivir terreno, soberbiamente abroquelados detrás de una divina modestia que ha sepultado en el olvido sus gloriosos nombres, para que sólo su obra resplandezca (…).
La muerte de Gaudí hace perder a nuestra tierra una de las figuras de mayor tamaño con que contaba, una de las pocas cuya significación y méritos se adueñaron del mundo entero (…). Lloremos su pérdida, y, en el caso actual, unamos a la aflicción ciudadana, a la congoja por la muerte del hombre virtuoso, con sentimiento más universal y de más trascendente jerarquía: el duelo de la arquitectura que ve alejarse para siempre uno de sus más fieles y más inteligentes amadores y cultivadores, un obrero tenaz y devoto de su gloria, un privilegiado partícipe de sus facultades creadoras, que son la mejor gala de toda civilización y la más espléndida y permanente concreción de la idealidad humana. / Manuel Vega y March, 13 de junio de 1926
Dicen las crónicas de la época que no cesó el desfile de personas por la capilla ardiente. En algunos momentos era tal la aglomeración de público que resultaban insuficientes para contenerlo los urbanos que guardaban el orden. Por la mañana se dijeron misas en la capilla ardiente, asistiendo a todas ellas gran concurrencia. Fueron dichas la de las cinco y media por el reverendo P. Gil Pares; la de las siete por el padre prior del hospital reverendo don Lamberto Botey; la de las siete y media por el canónigo doctor Pares; las de las ocho por los canónigos doctores Vilaseca y Huguet; la de las ocho y media por el reverendo doctor don Luis Carreras; la de las nueve por el reverendo padre don Ricardo Persina, capellán de la familia Güell, y la de las diez por el reverendo don Luis Codina. A la última misa asistió el alcalde, barón de Viver, y a la de las nueve la familia Güell. Se recibieron telegramas de los obispos de Mallorca, y Avila y del abad mitrado de Montserrat, concediendo indulgencias a los que realicen algún acto de piedad por el eterno descanso del alma del ilustre arquitecto fallecido.
Cuando llevaron el féretro al sitio donde iba a reposar el genio, se vio una grandiosa manifestación de duelo al que se asociaron todas las clases sociales sin distinción de matices. En el gran patio del hospital, desde muchísimo antes de la hora señalada para el entierro, se hacía imposible el dar un paso dada la aglomeración de gente que allí se había congregado. A las cinco y cuarto de la tarde se puso en marcha la comitiva, abriéndose entonces la puerta del hospital que da acceso a la calle del Carmen, donde se había estacionado numeroso público. También se hallaban atestados los balcones de las casas.
El féretro, de roble y cubierto con el paño fúnebre de la Asociación de Arquitectos, iba dentro de una carroza carroza a la federica con cruz alzada y tirada por dos caballos. El fúnebre cortejo se dirigió por la calle del Carmen a las Ramblas, pasando por el centro de las mismas hasta la calle do Fernando, y luego por esta calle, plaza de San Jaime y calle del Obispo, siendo presenciado su paso por numeroso público, especialmente en las Ramillas y en la plaza de San Jaime.
El cortejo llegó a las seis menos cuarto de la tarde a la Catedral, entrando en ella por la puerta de Santa Lucía, que es la que da a la calle del Obispo. El féretro fue sacado del coche fúnebre por alumnos de la Escuela Superior de Arquitectura, quienes lo entraron en andas en el templo. Entonces separóse del cortejo el clero del hospital de Santa Cruz y en la citada puerta de Santa Lucía fue recibido el cadáver del ilustre arquitecto señor Gaudí por el cabildo y cloro catedral en pleno, con cruz alzada.
Ofició el canónigo doctor Brugueras, asistido de los beneficiados reverendos Castelltort y Alegret. Durante la conducción del féretro desde la entrada de la Catedral hasta, el crucero la comunidad entonó el «sub-venite». Colocado el féretro en el centro del crucero de la catedral, la capilla de música dirigida por el maestro Sancho Marracó entonó el «Libera me, Dómine», del maestro Gargallo. La ceremonia fue presenciada por numeroso público que se había congregado en los claustros e interior del templo.
Después del «Libera me, Dómine» fue conducido el féretro hasta la puerta principal de la catedral, rezando la comunidad un responsorio. En la puerta principal despidiéronse las autoridades y el cabildo y clero catedral, siendo entonces acompañado el cadáver desde dicho punto hasta la Sagrada Familia por todo el clero de este templo.
Las campanas de la Catedral doblaron a muertos al ser entrado en el templo y sacado del mismo el féretro que contenía los restos del malogrado Gaudí. Los prelados de las diócesis de Cataluña y de otras de España han concedido indulgencias en la forma acostumbrada. La ceremonia de la Catedral terminó a las 6:10 de la tarde.
La casa núm. 48 de la calle de Caspe, propiedad del señor Calvet y cuyo proyecto de construcción es otra de las muchas obras del finado señor Gaudí, lucía en el frontispicio un lazo negro. Al llegar la fúnebre comitiva a la calle de Valencia cruce con Sicilia, donde empieza la barriada de la Sagrada Familia, el espectáculo que se ofreció a la vista de los que marchaban detrás del féretro fue imponente por el inmenso gentío allí reunido. La casa número 306 de la calle de Valencia lucía una farola revestida, de un crepón negro. En la calle vecinas los balcones de todas las casas lucían colgaduras negras: el vecindario agolpado en ventanas y balcones contemplaba con muestras de gran respeto y condolencia el paso del cortejo. A las siete y media en punto de la tarde la cabeza de la comitiva hacía su entrada en el templo de la Sagrada Familia.
La inhumación del cadáver
Desde las cinco de la tarde en los alrededores del templo de la Sagrada Familia comenzó a congregarse público que desde todos los sectores de la ciudad, acudía a presenciar la llegada de la fúnebre comitiva.
Numerosos guardias urbanos cuidaban de mantener el orden entre la muchedumbre que esperaba impaciente. En el interior del recinto cercado había un retén de guardias. En el templo todo estaba dispuesto para recibir el cadáver del ilustro arquitecto. En el lugar destinado al presbiterio se había colocado un catafalco y frente a él un altar, cubiertos uno y otro cien paños negros. Sobre el altar lucían dos cirios de cera pura y se había colocado una cruz. A las seis de la tarde llegó a la Sagrada Familia el Orfeó Cátala, sección de hombres y niños que había de cantar un responso. Poco después de las siete se dio aviso de que el cortejo mortuorio estaba próximo al templo. Inmediatamente comenzaron a doblar las campanas y se encendieron los dos grandes tederos que existen a la izquierda de lo que es el presbiterio. A las siete y veinticinco de la tarde llegaba a la Sagrada Familia la comitiva fúnebre. Primero entraron los asociados de la Liga Espiritual de Nuestra Señora de Montserrat, que entonaban salmos litúrgicos, y detrás los obreros de la Sagrada Familia con hachones encendidos. A continuación seguían el clero, al que seguían el coche y la presidencia del duelo. El gentío proseguía a continuación.
El féretro que contenía el cadáver del señor Gaudí fue bajado del coche por varios obreros de las obras del templo y colocado sobre el catafalco. El clero pasó a ocupar el presbiterio y detrás se colocaron los individuos portadores de los hachones. Seguidamente se cantó un solemne responso que el público escuchó con profunda unción y religioso respeto. El Orfeó Cátala, que había pasado a ocupar un rellano inmediato al presbiterio, entonó a continuación el responso del maestro Victoria. La ejecución de la fúnebre pieza musical fue todo lo perfecto y sentida que acostumbra a hacerlo el Orfeó. Terminado el responso se rezaron nuevas preces por el clero y a continuación se organizó de nuevo la comitiva para trasladar el cadáver hacia donde debía ser inhumado. Los mortales restos del gran arquitecto fueron depositados en el primer nicho que se encuentra en la cripta, entrando por la escalera do la parte de las obras ya realizadas. En la hornacina correspondiente a este nicho hay una imagen de la Virgen del Carmen. El féretro fue depositado en el interior do la fosa y seguidamente se procedió a tapiar ésta.
Una vez realizada esta operación se rezó el rosario, quo fue escuchado por los que pudieron entrar en la cripta, quo fue menos de la mitad del público, dada su capacidad, con fervorosa devoción. A continuación se dio por despedido el duelo, iniciándose el desfile, que duró largo rato. El fúnebre acto resultó una expresiva y elocuente manifestación del duelo que aflige a la ciudad por la pérdida del genial arquitecto.

Esta es una crónica de La Vanguardia, publicada el 13 de junio de 1926.



La conducción del cadáver: manifestación de duelo.Archivo/La Vanguardia


La carroza fúnebre con los restos de Gaudí. Archivo / La Vanguardia

Mercat d'Hostafrancs


Carrer Creu Coberta, 93. Barcelona

Obra de l'arquitecte Antoni Rovira i Trias, que també va projectà el mercat de Sant Antoni, que s'hi asemblen per la seva estructura en ferro.

L'arquitecte:
Antoni Rovira i Trias (Barcelona, 1816 -1889) fou un arquitecte català, guanyador del concurs que el 1859 l’Ajuntament de Barcelona va fer per urbanitzar l'Eixample de Barcelona, i que finalment va desenvolupar-se seguint el Pla Cerdà. Va ser regidor, diputat i va crear el cos de bombers de la ciutat.
Arquitecte municipal de Barcelona, de Gràcia i de Sant Martí de Provençals, Cap d'Edificació i Ornat del mateix ajuntament el 1872, assessor de l'ajuntament de Manresa, Regidor, Diputat, Cap Honorari del Cos de Bombers de Barcelona, ciutadà honrat de la ciutat.
Autor dels mercats de la Barceloneta (1873), la Concepció (1885), el Born (1876) o Sant Antoni (1879). Es també l'autor dels projectes del Passatge del Comerç (1865-66), el Teatre Circ Barcelonès (1853) o la reforma i construcció de la loggia del Palau Moja (1856).
A la plaça del seu nom, a Gràcia, hi ha un monument a la seva persona.

Façana de Creu Coberta

Façana posterior al carrer Vilardell
Pujarem fins el número 106 on hi trobarem La Seu del Districte Sans-Montjuïc

La Quinta Forca



Quantes vegades, almenys els de la meva generació, haurem sentit això de; "Estava a la quinta forca". Bé doncs, com no podria ser d'una altra manera, aquesta expressió té la seva procedència en un passat de l'edat mitjana. M'explico, pel que sembla a la Barcelona antiga existien cinc forques que, podriem dir, tenien dues interpretacions, una de simbolólgica de póder jurisdiccional i unaltre d'executiva, es a dir, on s'executaven als indesitjables i s'els penjaven. Aquestes cinc forques estaven, segons l'historiador Daniel Cortijo Astudillo, "Una al Pla de Palau, per on ara hi ha la delegació del govern, a l'esplanada de les forques. D'aquesta ja hi han notícies l'any 1382, quan els veïns de la zona van demanar al rei Pere el Cerimoniós que traslladar les forques a una altre lloc, ja que allò era un lloc de trànsit on s'hi feia molta càrrega i descàrrega de vaixells.També hi havia forques al Portal de Sant Antoni, al Pla de la Boqueria, que rebia aquest nom perquè era on es comerciaven amb carn de boc, al límit jurisdiccional amb la vila de Sants, a l'actual emplaçament conegut amb el nom de Creu Coberta i la cinquena forca estava situada en un lloc molt més llunyà: més o menys per on ara hi ha el Nus de la Trinitat, un lloc conegut com el Turó de Finestrelles.Hi ha qui ho situa al carrer Suñol i Gros."
Avui en dia segueix vigent l'expressio, "alló esta a la quinta forca", per fer-nos saber que està molt lluny.

Creu de terme, on simbolitza el lloc on es trobava la Quinta Forca. Al turó de Finestrelles. Trinitat Vella

Casa Fajol


(Fotografia molt contrastada de color*)
Carrer Llançà, 20. Barcelona

Edifici de 1912, que Salvio Fajol va encarregar al mestre d'obres Josep Graner i Prat (1844-1930). La particularitat d'aquest edifici és el seu coronament. Una gran papallona, realitzada en ceràmica polícorma en la seva tècnica de trencadis. És una escultura de gran bellesa i dimensions amb formes rodones. Els seus colors, recorden diversos temes del Parc Güell i en concret el seu espectacular i popular drac.
A causa d'aquesta ornamentació la casa és popularment coneguda com la "casa de la papallona".

(*) He contrastat la fotografia, per fer-me una idea dels colors reals que podrien haver estat quan es va realitzar l'obra.





Anirem fins al carrer Creu Coberta, 93. Mercat d'Hostafrancs

Casa de la Lactància


Gran Via, 475-477. Barcelona

Es tracta d'un edifici molt personalitzat, d'obra vista en tons blaus i en el seu coronament un treballat relleu escultòric que fa referència al primitiu ús de l'edifici amb un escut de Barcelona, obra d'Eusebi Arnau. La casa, projectada per Antoni de Falguera i Sivilla i per Pere Falqués i Urpí entre 1908 i 1913, destaca pel pati central decorat amb ceràmiques, forja i trencadís, protegit per una claraboia que li dóna una gran lluminositat. El 1968 es va fer una reforma i ampliació.

Conjunt escultòric d'Eusebi Arnau



Direcció Plaça Espanya, ens trobarem al carrer Llançà, 20, la casa Fajol

Casa Golferichs


Gran Via, 491. Barcelona

Un xalet modernista construït el 1901 per Joan Rubió i Bellvé per Macari Golferichs, un comerciant de fusta exòtica. Convertida després de la Guerra Civil en escola religiosa, la va adquirir, a finals dels seixanta, un promotor privat amb la intenció d'enderrocar i construir pisos en el seu lloc, però les insistents protestes veïnals van evitar que "el xalet", desaparegués per l'especulació . El 1980 l'Ajuntament de Barcelona va recuperar la propietat de l'immoble per instal lar-hi un centre cívic i ha anat realitzant diverses intervencions fins que es va completar la seva restauració l'any 2004.

L'arquitecte:

Joan Rubió i Bellver fou un arquitecte modernista català que va néixer a Reus el 24 d'abril de 1870. Era germà del militar Marià Rubió i Bellver i oncle de l'arquitecte Nicolau Maria Rubió i Tudurí i de l'enginyer Santiago Rubió i Tudurí. Es va titular el 1893.
Va ser deixeble i ajudant d'Antoni Gaudí, amb el que va treballar a la Sagrada Família, la Casa Batlló, el Parc Güell, la Casa Calvet, la Torre Bellesguard, la restauració de la Catedral de Mallorca i la Colònia Güell, on construí la Cooperativa (amb Francesc Berenguer i Mestres, 1900) i diverses cases particulars, com Ca l'Ordal (1894) i Ca l'Espinal (1900).
Fou també regidor de l'Ajuntament de Barcelona i arquitecte de la Diputació, des d'on va realitzar obres al Palau de la Generalitat de Catalunya, la més destacada de les quals va ser la construcció del pont neogòtic que uneix el Palau amb la casa dels Canonges, al carrer del Bisbe, que contribueix a donar caràcter a l'anomenat "Barri Gòtic". La seva particular visió del que havia de ser la Ciutat Vella està resumida en l'obra Taber Mons Barcinonensis (1927). Va guanyar dos cops el Concurs anual d'edificis artístics (premi municipal al millor edifici barceloní) els anys 1913, per la Casa Roviralta, i 1917, per la Torre dels Pardals, avui desapareguda.
Fou militant de la Lliga Regionalista i co?laborà amb la Mancomunitat de Catalunya. Fou president del Cercle Artístic de Sant Lluc en dues ocasions (1904-1906 i 1912-1914).
Les serves obres principals són: la Casa Golferichs (1901), la casa Pomar (1904), edificis de l'Escola Industrial de Barcelona (1912) i diverses cases situades a la muntanya del Tibidabo: la Casa Roviralta o "Frare Blanc", la Casa Fornells i la Casa Casacuberta. Fora de la capital catalana féu l'església de Sant Miquel de la Roqueta a Ripoll, el Monestir de la Sagrada Família a Manacor, l'edifici de les caves Raventós i l'asil del Sant Crist a Igualada.
També va ser un teòric de l'arquitectura, bon coneixedor de l'arquitectura gòtica i estudiós i defensor de les idees de Gaudí, ja que considerava que els dissenys de l'insigne arquitecte superaven els problemes constructius de l'eclecticisme arquitectònic imperant abans del paradigma racionalista.
Va morir a Barcelona el 30 de novembre de 1952.


Pati d'entrada

Un clar goticisme.

Modernisme i "modernitat"

Volta i sota-escala

Llar de foc a la planta baixa

Ara trobem La Casa de la Lactància, al número 475-477 de la Gran Via

Edificis Gran Via/Villarroel

RUTA MODERNISTA. Punt 30

En aquesta obra, d'autor desconegut, cal destacar el joc de tribunes, a la cantonada amb el carrer Vilarroel.
Tot el conjunt de l'edifici presenta molts detalls en gran ornamentació floral.

Molts detalls florals


En el número 491, de la mateixa Gran Via, trobem la Casa Golferichs

Casa Jeroni Granell


RUTA MODERNISTA. Punt 29

Gran Via, 582. Barcelona

Obra, que va ser recuperada en la seva totalitat l'any 2004, ressaltant amb encert els elements modernistes originals de 1902.
El seu autor, l'arquitecte Jeroni F. Granell i Barrera, va volgué donar tota la força de la façana, en la la tribuna, que trenca descaradament la seva simetria. Tanmateix i trobo un gran encert visual en que, estant la tribuna a la part dreta, no fa l'efecte de "caure" cap a aquest extrem, ja que es contraresta subtilment amb la barana de pedra cisellada del seu primer pis o "principal".

Detalls del vestibul d'entrada


Fanal i detalls florals


Continuarem per la mateixa mà de la Gran Via i en el número 536, trobarem un conjunt de tres edificis

Escultures de Ismael Smith


La Rambla, 121. Barcelona

L'antiga farmàcia Masó (avui Nadal), datada el 1850, en la seva façana destaquen unes escultures ornamentals, obra d'Ismael Smith i Marí (Barcelona, 1886-Nova York, 1972) que també va ser dibuixant i gravador.Format a la Llotja i a l’Acadèmia Baixas treballà amb artistes com, per exemple, Rafael Atché i Pere Carbonell.
En la seva faceta de dibuixant, destacà i fou premiat en concursos com la Cinquena Exposició d’Arts i Lletres de Barcelona (1907) per les seves caricatures, on aconseguí la segona i tercera medalles, i amb la segona medalla a la Sisena Exposició (1911).
El seu estil es caracteritza pel decadentisme influit per l’artista anglès Aubrey Beardsley i gaudeix d’un grafisme net, elegant i amb una estilització notable que es fa patent en les seves il·lustracions de revistes satíricas del principis del segle XX, a “Or i Grana”, “Art Jove”, “Picarol”, “La Ilustració Catalana” i a “Papitu” i “Cu-cut!”, on col·laborà fins l’any 1912. A més a més de les seves caricatures, Ismael Smith esdevingué, entre el 1916 i el 1920, un dels representants de l’estètica noucentista amb els seus ex-libris i gravats.
Com a escultor es caracteritza pels seus retrats (de Prat de la Riba, Francesc Cambó, Enric Granados, etc.) marcats per un cert barroquisme. Tambè ès l'autor d'una escultura funerària, de caràcter modernista, per a la família Camps i Nonell de 1908, que està al cementiri de Lloret de Mar.


Escultures ornamentals a la Farmàcia Masó (avui Nadal)


Escultura funeraria al cementiri de Lloret